Victoria histórica en Old Trafford

Fuente: Getty Images

Un autogol de Shaw da la victoria al Fútbol Club Barcelona

Primera victoria en la historia del Barcelona en el teatro de los sueños. El equipo azulgrana encontró el gol tras un cabezazo peligroso de Suárez, en el que Shaw rozó lo suficiente para desviar el balón a puerta, y así evitar que Coutinho no marcara a placer.  

Gran primera parte del equipo blaugrana

El Barcelona hizo muy buenos primeros minutos. Tanto es así, que el Manchester no salía de su campo. El Barça no dejaba salir a su rival con comodidad de su campo. Entre tanto, Pogba y Fred intentaban manejar la bola, pero Busquets estaba en modo escoba. 

El Barça tocaba y tocaba, hasta que Busquets vio a Messi desmarcándose, el balón le cae en el área, pero el control es malo, aún así Messi logra ponerla al segundo palo; llega Suárez que ve a Coutinho entrar como una bala, no le llega, porque toca lo justo Shaw para introducir el balón en su propia portería. Era el 1-0 y el marcador no se movería más, pero la intensidad del encuentro continuó. Coutinho tuvo una gran ocasión tras una dejada de Suárez en el área, sin embargo, los reflejos con el pie de De Gea evitaron el gol.

El conjunto azulgrana se relajó y el Manchester subió más la presión, buscando alguna ocasión antes del descanso. Rashford y Lukaku crearon todo el peligro para el equipo inglés e hicieron sudar a Piqué y Lenglet. Un tiro lejano desviado de Rashford y otro de Young fue el único peligro que generó el equipo, el Barça se sentía cómodo atrás, pero le costaba salir con la pelota jugada debido a la alta presión del rival.

En una jugada, en el que el Barcelona estaba presionado, el equipo despejó el balón arriba hacia Messi, pero Smalling se anticipó al argentino y en ello, sin querer, propinó un manotazo al 10 desembocando en una hemorragia y un hematoma en el ojo. Tuvo que ser atendido, pero esto le condicionó mucho durante el encuentro. Ya no vimos más a Messi aparecer con peligro.

El Manchester: de más a menos

Empezó la segunda parte el cuadro inglés mucho más intenso que el Barça y encontró bastantes huecos con las internadas de Lukaku y Rashford, pero no conseguían llegar a Ter Stegen que no intervino en ningún momento. Busquets estuvo a punto de ver una segunda amarilla por una mano que el árbitro no vio. Por el otro bando, Shaw fue sancionado con otra mano y tampoco vio la tarjeta, cuando ya tenía amarilla. 

Llegaron los cambios y el Manchester retiró a su delantero más peligroso para dar entrada a Martial. Cambió el esquema de juego, aunque no le sirvió de mucho. Valverde vio la superioridad en el centro del campo de McTominay sobre Arthur, el medio inglés le ganaba al brasileño por arriba y por físico. Sin perder más tiempo, dio entrada a Arturo Vidal que comenzó muy revolucionado el partido entrando al balón a destiempo continuamente hasta que a los diez minutos vio amarilla.

El partido estaba loco, con mucho ritmo, pero sin ocasiones claras.  Sergi Roberto entró al campo y encontró toda una autopista por la banda derecha. De ahí llegaron las ocasiones más claras del Barça en el segundo periodo por parte de Suárez y Jordi Alba. Solskjær se percató y prefirió controlar esas internadas de Sergi Roberto por banda con la entrada al campo de Pereira. 

La presión del Manchester United se diluyó y el Barça comenzó a controlar el juego hasta dormir el encuentro. El árbitro pitó el final del partido con la sensación de que el equipo azulgrana jugó los primero 25 minutos con mucha intensidad, pero que poco a poco se vio superado, no en peligro, pero sí en control del partido y eso le puede costar la eliminatoria si no se lo toman en serio, porque el Manchester puso fe y ganas, pero no acierto.

Escrito por Juan Torres.