Fina Mayo es una actriz malagueña a la que le apasiona subirse al escenario. El teatro es su vida, y nos habla sobre su trayectoria y cómo piensa que la crisis del coronavirus COVID–19 está afectando al sector de la cultura.
P: ¿Por qué decidiste estudiar arte dramático?
R: Porque desde que tenía unos 12 años y me encontré por primera vez con la obra La casa de Bernarda Alba, que la estudié en el colegio, me di cuenta de que era lo que quería. Entonces, cuando terminé COU (Curso de Orientación Universitaria), tenía claro que quería estudiarlo en Madrid. Hice un año en la escuela de arte dramático de Málaga y el segundo año me fui a Cristina Rota, la mejor en aquel momento. Cuando estudié, en la promoción estaban Alberto San Juan, Willy Toledo, Paz Vega… Había una promoción buenísima.
El primer año de empezar a estudiar allí me contrataron de la misma compañía, Nuevos repertorios, y ya empecé a trabajar con 19 años profesionalmente con ellos. Mi trayectoria en Madrid ha sido teatral porque estuve trabajando con Lluís Pasqual, Imanol Arias, con Miguel Bosé haciendo un recital de poemas, Ana Belén… Luego ya empecé a trabajar en el teatro La Latina con Raúl Sénder en La venganza de don Mendo. Estuvimos tres años.
P: ¿Luego volviste a Málaga?
R: No. Cuando estuve en Madrid, trabajé en una serie de aquí, Arrayán, de Canal Sur. Aparecí con dos personajes diferentes. En la primera temporada, un personaje que tuvo 36 capítulos, luego me mataron. A los dos años aparecí con otro que no tenía nada que ver, pero como la gente ya se había olvidado… Hice más de 20 episodios.
Aparte de eso, cuando en verano iba a Málaga, estuve dos años trabajando en Canal Málaga presentando un programa diario de entrevistas a gente famosa, 'Nuestro verano', junto con Eva Ruiz. Ahí nos hicimos muy amigas y el año pasado nos reencontramos profesionalmente haciendo la obra de teatro Televisadas, que la hemos estado haciendo hasta que empezó el confinamiento. Como nos ha afectado a todos, se ha parado la obra.
P: ¿Se va a retomar?
R: En principio, hasta que no haya nueva orden, no tenemos fecha de vuelta porque teníamos contratadas funciones hasta octubre. De momento se ha suspendido todo y, según cómo vaya, no se sabe. La productora ha dicho que depende de muchos factores. Las compañías privadas son las que están cayendo porque con los aforos permitidos es muy difícil sacar una obra adelante.
También estuve haciendo galas con Manolo Sarria, con el espectáculo que va por todas las ferias de los pueblos, casetas municipales, y actúo con él desde hace dos años, pero trabaja en las ferias y se han caído todas. Ahora mismo estamos en una situación artística bastante difícil.
P: ¿Cómo crees que va a salir parada la cultura después de todo esto?
R: Va a salir muy tocada, sobre todo porque vamos a estar muchísima gente en paro y las ayudas que nos dan a los actores, que nos las da el sindicato, son irrisorias. No te da ni para pagar el alquiler. Es para compensar. En una obra de teatro no solo hay actores, hay vestuaristas, maquilladoras, atrezzo… Una obra de teatro mueve muchísima gente y el gremio está bastante preocupado y buscando todos trabajo de lo que sea. Tiene mala pinta.
Sí que es verdad que cuando he ido al teatro Echegaray, hace poco, a ver a unos compañeros, el teatro estaba lleno y la gente tiene ganas de cultura y de consumir, pero con las limitaciones de aforo es muy difícil sacar una compañía adelante.
P: Además la cultura está cumpliendo todas las medidas…
R: Sí, todas las que no se cumplen en los bares ni en discotecas. Aún así, yo creo que hasta principios del año que viene, independientemente de que salga la vacuna o no, esto no va a resurgir y nos vamos a quedar muy perjudicados. Como yo, hay mucha gente que a seis meses vista no tenemos nada de actuaciones y vivimos de eso.
P: ¿Y de cine has hecho algo?
R: He hecho poco a nivel conocido porque con directores independientes he hecho varias películas, pero luego no han tenido repercusión o han durado una semana en cartelera o ni siquiera se ha llegado a emitir. Como he estado siempre enfocada al teatro, el cine es otro gremio bastante desconocido para mí.
P: Te gusta más actuar en teatros que en series.
R: Sí, mucho más. Yo lo tenía clarísimo desde que empecé. Todo el mundo decía: “Ay, yo quiero trabajar en una serie", y yo tenía clarísimo que me quería morir en un escenario (risas), como las actrices antiguas. Lo mío es de vocación total, no busco popularidad.
P: ¿Cómo te sientes cuando te subes a un escenario?
R: El otro día se lo decía a una amiga. Cuando estoy trabajando en otra cosa es como si me faltara la mitad de mí, y en el escenario me siento completa. Es una manera de sacar todas las cosas que llevo dentro y que no lo puedo sacar en mi día a día, lo saco todo allí y es como una catarsis que solamente el que se sube a un escenario puede saber la sensación de sentirte libre completamente, y mostrar todo lo que llevas dentro.
Además, yo estoy especializada, porque es lo que más he hecho, en comedia. Ver reír un patio entero de butacas no tiene precio. La gente luego se acerca a ti diciendo: “Venía con muchos problemas y me has hecho pasar una hora y media que no me he acordado de nada”, eso es muy beneficioso.
P: ¿Te fijas mucho en las caras cuando estás actuando?
R: Normalmente hay gente que le gusta mirar antes de que se abra el telón, a mí no me gusta mirar al público porque como haya gente que conozca, me pongo más nerviosa (risas). Como vengan mi padre, mis hijos, mi hermana… me pongo mucho más nerviosa, es como una exigencia que me impongo para hacerlo el triple de mejor.
Me gusta el final, que la gente entre al camerino a saludarte y que me cuenten la sensación.
P: ¿Cómo te preparas para meterte en el papel de un personaje?
R: El periodo de ensayo es fundamental. Yo no soy demasiado maniática, pero media hora antes de salir a escena no me gusta hablar, me gusta que no me molesten, estar concentrada en el texto, repasar escenas en las que me fallan frases. Siempre llego al teatro con mucha antelación y me relajo mucho maquillándome. Puedo estar una hora, tranquilamente, y eso me sirve para concentrarme.
P: ¿Qué etapa de preparación de una obra disfrutas más? ¿El ensayo, la noche de estreno…?
R: Me gusta mucho el proceso de ensayo. Te encuentras muchos directores que no quieren que cambies ni una coma del texto, y otros como el de la comedia de Televisadas, José Echía, que trabajaba la escena y luego te dejaba improvisar. De la improvisación salen cosas magníficas. Si trabajas en verso, evidentemente no puedes improvisar. El proceso de ensayo es superdivertido.
P: ¿Lo que más te gusta es la comedia?
R: Si, disfruto mucho la comedia. Aunque ahora he hecho un cortometraje de un thriller de una novela. He hecho un personaje muy dramático y nunca había hecho ese tipo de papel y lo he disfrutado muchísimo. Me gustan los personajes extremos.
P: ¿De qué tipo?
R: Que tengan una doble moral, que estén con mucho dolor, mucha pena, que se les vaya muchísimo la olla. No me gustan los personajes neutros.
P: ¿Te cuesta más interpretar un personaje dramático o uno cómico?
R: La comedia me cuesta bastante poco (risas), me cuesta poco conectar con el público y luego he tenido la suerte de que siempre he trabajado bajándome ej medio de la función a estar con el público, contacto directo, sacándoles al escenario… No me cuesta nada.
Sí es verdad que el drama, al no ser mi registro, tengo que estar mucho más concentrada, tengo que conectar con una parte de mí que no la tengo tan trabajada, pero seguimos ahí, en la lucha. Sigo haciendo mis cursos, sigo formándome porque me ofrezcan lo que me ofrezcan, tengo que estar preparada. No puedo decir que solo soy una actiz de comedia.
P: Es un aprendizaje constante.
R: Si, evidentemente.
P: ¿Las giras de teatro son estresantes?
R: El problema es que ya no se hacen giras como antes. Hace 10 años, hacía giras en las que estaba cuatro meses fuera de mi casa. Ahora ya no, ha cambiado muchísimo todo. A lo mejor haces un fin de semana en Valencia, orro en San Sebastián… Dos días está bien, pero cuando son giras de cuatro meses se lleva mal porque duermes en hoteles, viajas en furgoneta y es cansado. Ese tipo de giras ya no se hacen porque cada vez pagan menos.
P: Para acabar, ¿qué consejo le darías a una persona que quiere dedicarse al mundo del teatro?
R: El consejo que le he dado a mi hija que le está gustando mucho este mundo, lo que se ha desvirtuado mucho, entonces el consejo es que no vayan a por la fama, que vayan a formarse porque esto no es solo subirse a un escenario. Tienes que formarte muchísimo en todas las disciplinas posibles, trabajar dicción, vocalización, leer mucho, cultivar la literatura, los clásicos… Sobre todo tener un buen representante, que es básico en esta profesión. Tú mismo es difícil que te puedas gestionar una carrera buena.
La gente que se quiera dedicar a esto qje sea, sobre todo, vocacional porque si no, son actores efímeros. Salen en una serie, hacen un anuncio, algo de publicidad, pero luego se quedan ahí. En este trabajo hay que estar muy preparado psicológicamente porque hay muchos “noes", más que “síes".
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